El mayor pecado de la década, es
haber entregado la calle al delito y a la droga, para que el narcotráfico se haya
paseado por el país.
Si la lucha contra la droga no la
hemos ganado en tantos años, es porque las herramientas que hemos utilizado han
sido insuficientes y los diagnósticos, si los hubo, han sido equivocados.
El nuevo paradigma para la
investigación del delito de narcotráfico, debe coordinar esfuerzos para dejar
de estar detrás del delito. Además de sancionar debe ser importante prevenir y
juzgar en breve plazo. Ir tras los pasos de la drogas, es estar siempre a la
retaguardia del problema. Por eso se
impone utilizar la creatividad para abordar otros aspectos que puedan
dificultar el accionar de los grupos del crimen organizado.
Investigar y observar las
actividades de lavado de activos, narcolavado y el financiamiento del crimen
organizado, es una herramienta indispensable para el nuevo paradigma de tomar
al narcotráfico como delito transnacional.
Argentina es vista como un país
que, por sus características económicas y sociales, resulta atractivo para el
ocultamiento y la inversión de dinero procedente de actividades criminales.
El estudio de la prevención del
lavado de activos, narcotráfico, narcolavado y financiamiento del crimen
organizado; comprender correctamente los efectos y causas que creen incentivos
destinados a repeler y proteger las actividades económicas, que por su
naturaleza pueden ser canales de transferencia de activos, es tema de investigación ineludible.
Es indispensable el uso de la
tecnología al servicio de la lucha contra el narcotráfico. Las tareas
preventivas y operativas requieren de radares, drones y demás elementos que
optimicen la tarea, pero también la tecnología informática para la conexión e
interrelación de datos de utilidad del Poder Judicial en la vinculación de las
investigaciones que se sustancien.
La característica de globalidad
que tiene el delito de narcotráfico, exige una interrelacionalidad con
organismos de países de la región, varios de los cuales son grandes productores
de drogas. El intercambio de información es fundamental para adoptar políticas
conjuntas.
Por otra parte,la concurrencia a
eventos internacionales como la
convenciones de la ONU en Viena, o la Honlea para Jefes de lucha contra el
narcotráfico en América y el Caribe, están ausentes hace tiempo de la agenda
nacional.
Las nuevas propuestas epistémicas
se enfrentan al paradigma de la fragmentación informativa interfuerzas. Se impone la creación de una agencia nacional
contra el crimen organizado, con esquema sustentado por la unión de las áreas
de investigaciones de las fuerzas de seguridad bajo un comando centralizado.
Tengamos conciencia que el
trabajo debe ser mancomunado; una responsabilidad compartida de todos los
actores sociales. Hasta el momento, los organismos de prevención y asistencia a las adicciones, han fracasado.
Su apoyo debe ser central porque está en juego ni más ni menos que la vida y la
salud de miles compatriotas.
El tráfico de drogas en Argentina
parece funcionar sobre una base de dos niveles, con apariencia de superposición entre los grupos
transnacionales y las organizaciones locales. En realidad una es consecuencia
de la otra. A mayor ingreso y tránsito
internacional de drogas, mayor será la actividad local
en la distribución y en el crecimiento del consumo interno.
La lucha contra el narcotráfico
tiene que ser integral. Desde las grandes organizaciones, hasta el menudeo que
hace llegar la droga a nuestros jóvenes, y siembra violencia extrema.
Desde los poderosos estrados
judiciales Federales, hasta las fiscalías descentralizadas. Desde simples
disposiciones, hasta una revisión a la Ley 23737 que rige desde hace más de 25
años.
El narcotráfico, desde hace unos
10 años fue mutando de una típica amenaza a la seguridad pública a otra de seguridad nacional, y es necesario
enfocar 2016 con otro potencial y firme decisión.
Norberto López Camelo
Comisario General ( R )