Medellín constituye una experiencia exitosa
de lucha contra el delito que es necesario conocer.
¿Puede salir
del temor una ciudad que fue considerada hace una década entre las más
violentas del mundo? ¿Puede reemplazar el círculo vicioso que generaron la
violencia y el narcotráfico, por un círculo virtuoso alimentado por la confianza?
Sí, es
posible. El ejemplo de la transformación que Medellín vivió a lo largo de estos
últimos años, demuestra que realizar semejante cambio no constituye una utopía
insuperable sino una agenda de trabajo alcanzable sustentada en visión
estratégica, esfuerzo compartido y capacidad de gestión.
En un momento
especialmente desafiante para el mundo entero, el rescate de la innovación
institucional, la voluntad colectiva y el compromiso ciudadano aparecieron como
una referencia superadora. Y se propuso enfrentarlos teniendo una visión
estratégica de desarrollo, que significó una apuesta por un estilo y una
actitud para entender la reconstrucción de la ciudad.
Así, a partir
de una concepción del territorio ligada profundamente a las necesidades de sus
habitantes, se afincaron las energías necesarias para poner en marcha una
importante transformación urbana que incluyó, entre otras áreas, el sistema
educativo, las redes de inclusión social, las bibliotecas, el financiamiento de
micro emprendimientos, los parques culturales, el espacio público y los medios
de transporte. Fue una apuesta a la consolidación de una ciudad incluyente,
humanizada, gobernable y emprendedora. Implicó un estilo de gestión desde el
sector público, que hizo posibles
alianzas estratégicas con la sociedad civil y el sector privado.
Una recorrida por el barrio de Santo
Domingo, un área precaria en la que, a través esas políticas sociales, se logró
revertir el problema de inseguridad y del narcotráfico. La Biblioteca España, una de las más grandes de
Latino América, es un ejemplo de
contención de niños que brinda posibilidades de educación y reinserción.
La innovación en transporte que le permitió ser la primera ciudad del mundo en tener un
teleférico integrado a un servicio de transporte masivo y popular de pasajeros,
como es el metro de Medellín.
Medellín,
como experiencia de transformación urbana y ciudadana, atrae el interés de
numerosas delegaciones extranjeras, urbanistas sociales, dirigentes
comunitarios y políticos. En este siglo XXI de escenarios cambiantes y desafíos
renovados, podemos señalar que toda política es esencialmente global y esta
ciudad es un ejemplo de globalidad, no solo por la obras de infraestructura
social que la han renovado externamente, sino por la energía y capital social
que desde su interior la retroalimenta, y deja la clara sensación que el cambio es posible.
* A modo de ilustración http://www.youtube.com/watch?v=1TrlRkMFflw