La Quebrada de Campo Largo, una historia de narcos, asesinatos y traiciones.
Ayer Acambuco quedó conmocionada. En la Quebrada de Campo
largo, la emboscada fue bien planificada y ejecutada con rapidez y certeza. Los
3 muertos tenían entre 8 y 12 disparos, y un sello narco: el remate con un tiro
en la frente. Las armas, calibre 9 y 7.62 mm ciertamente de uso militarizado en
nuestro país, pero comunes en Bolivia, hacia donde huyeron los sicarios. Está
claro que debió tratarse de una venganza, o un “ajuste de cuentas”. La
violencia y las formas implican
características mafiosas. En este negocio cualquier traición se paga con sangre
y el mensaje es indubitable: con ellos no se “jode”. Estos condimentos van indicando incipientes características de
cartelización o al menos de bandas criminales que operan con sicariato,
asesinatos crueles y “mejicaneadas”, en la disputa por el control del camino de
la droga del que Salta es testigo y
víctima.
Una fuente policial de Bolivia negó que cárteles de narcotraficantes ya estén operando en ese país, pero no descartó que ello pueda ocurrir si no se toman medidas urgentes. Sin embargo, más de 50 ejecuciones sin resolver por la Policía desde hace dos años atrás parecen abonar esos temores.
En épocas en que Colombia tiende a disminuir la producción de
cocaína, medios de prensa citan al presidente boliviano reconociendo un aumento
del 20% en la producción de su país. Es así que analistas internacionales ven
una creciente anomia que se acerca a un “Estado
fallido”, que genera duras reacciones en países vecinos como Brasil que en
noviembre de 2011 desplegó 6500 efectivos de sus fuerzas
armadas, en su frontera con Bolivia, debido a violentos crímenes vinculados al canje
de vehículos robados de alta gama por cocaína, que en este país se legalizan.
El ministro de Seguridad salteño Eduardo Sylvester expresó que el triple homicidio de Acambuco constituye un hecho de suma gravedad y no puede ser obviado. Añadió que el repliegue de Gendarmería hacia Aguaray dejó un vacío de seguridad y que la radarización aún es una materia pendiente.
Si observáramos la opinión de los ciudadanos salteños en el periódico
El Tribuno de Salta, el 67% diría que
esto sucede por la falta de decisión política para frenar el delito, porque hay
otros antecedentes de matanzas de este tipo en la zona. Sin ir más lejos, en
julio de este mismo año, se conoció la aparición de un carnicero y su ayudante,
ejecutados de un tiro en la cabeza cada uno, esposados y boca abajo, a la vera del río Arenales a solo tan solo 3 kilómetros
de la frontera.
El hecho de haber desafectado a Gendarmería de Salvador Maza
fue un mero error estratégico?...O es un síntoma más que la anomia atribuida al
país vecino, está contagiando al nuestro?
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