miércoles, 27 de noviembre de 2013

Honduras y sus desafíos

Detener la violencia y el narcotráfico serán dos de los principales desafíos  que tendrá que afrontar el presidente electo de Honduras, Juan Orlando Hernández, que asumirá el 20 de enero de 2014, estimándose imprescindible el diseño de una política integral de seguridad para reducir la violencia que genera el narcotráfico.
Con una tasa de 92 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2011, el 70 % de ellos atribuidos al narcotráfico, Honduras es considerado uno de los países del mundo con más violencia, según datos locales y de la ONU.
La  aguda crisis económica  y el alto nivel de pobreza  que presenta (70% de los 8.5 millones de habitantes, según la CNN),  facilitan el creciente desarrollo del narcotráfico en este país centroamericano. Honduras es hoy un puente para el envío de cocaína desde América del Sur a Estados Unidos en avionetas y lanchas rápidas, transitando por el país el 80 % de la droga que llega a México desde Suramérica y que tiene como destino Estados Unidos, según Washington.
Inseguridad: A los problemas de pobreza se suman los factores de la violencia y la inseguridad. A mediados de los años 90 se consolidaron pandillas como la “Mara Salvatrucha”, que derivó en el surgimiento de grupos de vándalos locales.
Un informe de Naciones Unidas presentado a principios del año indica que San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, es considerada la más violenta del mundo, al registrar un promedio de 173 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Organizaciones locales,  denuncian que la corrupción y la fragilidad de las instituciones para actuar con rigor y hacer valer la ley,  han contribuido para que Honduras tenga este estado de inseguridad.
Narcotráfico: La expansión  que gana en Honduras el crimen organizado, crece con rapidez por el país. Un reporte de la cadena británica BBC que basa sus argumentos en datos de las autoridades hondureñas, señala que desde el año 2000 se ha detectado una mayor presencia de carteles mexicanos que se desplazan por todo el país hacia Centroamérica, en especial Los Zetas y el Cartel de Sinaloa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, ya que la zona es camino obligado para el traslado de la droga hacia Estados Unidos. Esta información confirma lo declarado en días pasados por el viceministro de Defensa hondureño, Carlos Roberto Funes, quien aseguró al periódico español “El Mundo” que en el país existen alrededor de 200 pistas de aterrizaje clandestinas que carecen de una estricta vigilancia. Por Honduras transitó en 2010 cocaína por valor de 1.949 millones de dólares, el 13% del PIB del país, según la ONU.
El Triángulo del Norte, que compone junto a Guatemala y El Salvador, es un obstáculo geopolítico que debe afrontar y superar. Si bien cuenta con el apoyo técnico de EE.UU para detectar avionetas cargadas con droga y negocia la compra de tres sistemas de radares aéreos a Israel para mejorar la vigilancia de las costas,  Honduras necesita la colaboración de otros países para reforzar sus escasos recursos humanos y tecnológicos  para hacer frente al narcotráfico.
Además, Honduras ha dejado de ser sólo un país de tránsito, porque en diferentes regiones se han hallado laboratorios de producción de drogas, una circunstancia nueva que obligará a nuevos desafíos.
Entre dudas y certezas: Algunas opiniones describen que el nuevo mandatario, recibirá un país "con una seguridad anarquizada", sin consenso acerca de quién es el responsable de la seguridad ciudadana, si es la Policía Nacional, el Ejército o la Policía Militar del Orden Público" (PMOP), creada por el Parlamento en agosto pasado. Los militares han debido resignar su presencia en las fronteras" para patrullar conjuntamente con la Policía Nacional Tegucigalpa y San Pedro Sula, las principales ciudades del país ante la creciente violencia. Esa presencia no ha dado los resultados que las autoridades y la población esperaban. Sin embargo, en los últimos días, las fuerzas de seguridad de Honduras incautaron a colaboradores del poderoso cártel mexicano de Sinaloa, cuentas bancarias, bienes y propiedades, incluyendo el mayor zoológico del país, por un equivalente a US$ 73 millones.
El futuro del pueblo hondureño requiere y merece, una mejora en la seguridad y una drástica disminución en las muertes violentas. Se impone a la brevedad la creación de una verdadera política integral de seguridad que mejore su calidad de vida, y ponga definitivamente de pie,  la lucha contra el narcotráfico que tanto afecta su país.
 
Norberto López Camelo 
 Comisario General (R)
 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

La efedrina en la Argentina

11 de noviembre de 2013

     Desde el desbaratamiento del laboratorio de metanfetamina en la localidad de Ingeniero Maschwitz que tuviera lugar el 17 de julio de 2008 -y que registró detenidos de nacionalidad mexicana-, y el triple crimen de General Rodríguez pocos días después, mucho se ha hablado de temas que, hasta entonces, sólo aparecían fugazmente en los medios.
  
A veces se hablaba de drogas, "narcotráfico", "cárteles". Pero pocos sabían qué era un precursor químico, tornándose normal hablar de "efedrina". Prácticamente, no existían antecedentes de producción de metanfetaminas a nivel nacional. Tampoco se había descubierto antes un laboratorio de esas características.
 
La investigación de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de la Policía de la Provincia de Buenos Aires había marcado un hito en la lucha contra el narcotráfico en el país, poniendo al descubierto una organización internacional compuesta por ciudadanos mexicanos, argentinos y de otras nacionalidades; éstos habían instalado un laboratorio destinado a la producción de metanfetaminas en la localidad de Ingeniero Maschwitz, con el fin de "exportar" el producto al mercado estadounidense (donde se le conoce como crystal meth).
 
Durante aquellos procedimientos, se incautaron 201.397 dosis de dicho estupefaciente, cuyo valor se estimó en su momento en el orden de los US$ 30 millones (al valor del mercado norteamericano). El éxito del procedimiento condujo a nuevas preocupaciones, relacionadas con el precursor químico básico para la elaboración de metanfetamina, esto es, la efedrina.
 

El marco exterior Promediando la primera década del nuevo milenio, algunos cárteles mexicanos de la droga intensificaron la producción de metanfetaminas y, con ellas, la demanda de su principal precursor, la efedrina, que debían importar de la República Popular China o de la India. Tal fue la actividad en ese sentido, que las autoridades de los Estados Unidos Mexicanos prohibieron su importación para todo concepto en el año 2007, aunque se perjudicara con ello la industria farmacéutica; ésta se vio forzada a investigar sobre sustancias químicas alternativas para reemplazarla en la elaboración de medicamentos.
 
Fue obvio entonces suponer que los narcotraficantes de origen mexicano buscarían efedrina en otros países, donde la importación fuera legal, o donde las restricciones pudieran ser superadas. La República Argentina se convirtió, pues, en objetivo.  
El marco interno En la Argentina, ya comenzaba a registrarse la aparición de "envíos camuflados" de efedrina hacia México. En el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, autoridades de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y funcionarios de Aduana impidieron numerosos intentos para traficar el precursor. Esa modalidad llamó la atención de las autoridades, que se dieron a la faena del respectivo análisis de situación.
 
Cabe destacar que, en nuestro país, la importación de efedrina es legal si la empresa se encuentra inscripta en el Registro Nacional de Precursores Químicos. Lejos estaba de pensarse que la explotación de ese mecanismo constituía una "avanzada" de narcos mexicanos, intentaban instalarse en la Argentina y fabricar directamente la metanfetamina en el orden local. De tal suerte que, aquel 17 de julio de 2008, la policía abortó uno de los intentos de consolidación de narcos mexicanos más peligrosos que hayan tenido lugar, cuyas consecuencias -de no haberse procedido- hubiesen sido inestimables.  Claro está que pocos dimensionaron la gravedad del hallazgo, considerando que esta actividad era "cosa de unos pocos mexicanos dispersos".  La prensa de ese país ya hablaba de la presencia del cartel de Sinaloa en Argentina.
 
Esta organización narco había dejado huellas de su presencia en el mes de noviembre de 2007, cuando la Policía Bonaerense encontró en un barrio cerrado de Pilar, rastros de un precario laboratorio de anfetaminas; se incautaron, en aquella oportunidad, cajas vacías de medicamentos que contenían en su fórmula "pseudoefedrina". Ello evidenciaba que, hasta entonces, no habían conseguido línea directa con la provisión de efedrina; logro que sí cosecharon en julio de 2008, al hallarse envases vacíos de la productora india Malladi.
 
Todo ello permitió concluir que el "negocio" comportaba dos facetas. Una de ellas: el envío del precursor hacia México, dado que lo que aquí podía adquirirse por U$S 100 en promedio, en tierra azteca la cotización crecía hasta alcanzar los U$S 10 mil. La otra cara de la operatoria consistía en poner manos a la obra para producir la sustancia en territorio nacional argentino. Las importaciones del producto se habían quintuplicado apenas en un par de años, mientras que el contrabando hacia México había crecido casi seis veces. Los narcos mexicanos habían puesto la mirada en la República Argentina y sus naciones limítrofes.
 
Si bien la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (Drug Enforcement Administration, DEA) demoró en incluir a la efedrina entre las sustancias a perseguir, dedicó un párrafo completo a este ítem y a la Argentina en su discurso de apertura de la XXVI Conferencia Internacional de Fuerzas Antidrogas: "Vemos que están constituyéndose nuevas redes químicas para el contrabando de efedrina, desde la Argentina hacia México, y el tráfico de efedrina entre la Argentina y los países vecinos. La oficina de drogas argentina reportó que, durante 2007, las importaciones de efedrina crecieron de 5 a 26 toneladas".
 
La especial relevancia del tema ha marcado una nueva metodología en el combate contra el narcotráfico, totalmente inédito en la Provincia de Buenos Aires como en el resto del país e, inclusive, de países de la región.
 
En la continuación de las investigaciones originadas por la desarticulación de dicho laboratorio, se efectuaron numerosos y diversos procedimientos, tendientes a la incautación de la efedrina en su rol de precursor químico, utilizado tanto para la fabricación de metanfetaminas como para su contrabando hacia países productores de dicha sustancia.
 
Es así que en la totalidad de los procedimientos efectuados en distintos puntos de la Provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y otros distritos, logró confiscarse un total de 8.900 kilos de efedrina; ello remite a la mayor cantidad de dicho precursor secuestrado en la Provincia y que hubiese reportado una ganancia millonaria en de dólares para los narcotraficantes. 

 
Medidas para precursores químicos A partir de la detección del laboratorio de producción de metanfetaminas y del contrabando de efedrina, distintos organismos de control reformularon y profundizaron las acciones para detectar el desvío ilegal no sólo del precursor, sino de otros utilizados para la fabricación o estiramiento de sustancias estupefacientes.
 
El desmantelamiento del laboratorio de Ingeniero Maschwitz en 2008 motivó a una atención especial de parte de las máximas autoridades nacionales que, en su oportunidad, procedieron a la elaboración de distintas estrategias para evitar la proliferación sistemática de las nuevas metodologías detectadas, entre ellas, la resolución conjunta 932, 2529 y 851/08, limitativa de las importaciones de efedrina y derivados. 
 

¿Aprenderemos? Los ocho mexicanos acusados en aquel entonces bajo cargos de narcotráfico (comercialización y producción) y condenados por la Justicia Argentina a penas de entre seis y siete años de prisión, fueron beneficiados oportunamente por la Ley Nacional de Políticas Migratorias (25.871), que establece que todos aquellos extranjeros que cometan delitos graves y sean condenados a más de tres años de prisión pueden ser expulsados del país al cumplir la mitad de sus condenas. "El costo de los pasajes es una carga pública", relató uno de los abogados de los ciudadanos extranjeros; quiso decir que el gasto de traslado corrió por parte del Estado argentino.
 
El rol geopolítico de la Argentina, las falencias en áreas tales como Educación, Salud, Justicia y políticas sociales confeccionan un combo que facilita -e incluso motoriza- la amplificación de la inseguridad y el narcotráfico. Estas variables continuarán enquistadas en nuestra sociedad por un tiempo, y continuarán constituyéndose en vedettes permanentes de los titulares de los grandes medios de comunicación.
 

Norberto López Camelo,  Comisario General (R.). Ex Superintendente de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas (Provincia de Buenos Aires, Argentina), entre 2007 y 2009.

Narcos. Porqué eligen la Argentina


El narcotraficante colombiano "se siente seguro" en Argentina porque "es un lugar neutral, un refugio donde poder escapar", aseguró el general Luis Alberto Pérez Albarán, ex director de la Policía Antinarcóticos de Colombia.  "Suponen que no van a tener mayores contratiempos. Buscan un lugar donde pueden estar tranquilos e incluso desarrollar actividades lícitas", agregó el general Pérez en una entrevista publicada hace un tiempo  por el diario Clarín de Buenos Aires.
Frente a los fuertes golpes de las autoridades colombianas  contra el narcotráfico, ellos debieron cambiar  su modus operandi.  Dejaron de funcionar  como “carteles” y  se organizaron en estructuras más pequeñas denominadas “bacrim”,   comenzando a expandirse  buscando nuevas rutas de envío de droga, algunas de las cuales  incluyeron a Argentina.
Nuestro país les ha brindado un lugar sin mayores sobresaltos, con vuelos directos a Bogotá,  la posibilidad de  sortear  los inconvenientes del control migratorio e invertir en inmuebles ubicados en lujosos barrios cerrados  donde viven. Ellos consideran  que la legislación argentina  es de una laxitud tal,  que  les permite moverse física, operativa y financieramente  con menores riesgos.
Cuando estos personajes del  crimen organizado viajan a otros países,  es porque necesitan lugares de cierto relax para bajar la presión de la persecución de las autoridades de sus países  o de sus enemigos en “el negocio”. También, para establecer lugares de mayor tranquilidad para invertir los recursos económicos producto de los negocios ilegales,  establecer nuevas rutas, y contactos locales.
Otro punto de interés es  la ubicación geopolítica de Argentina, en cuanto a  la extensión y permeabilidad  de sus fronteras con países productores como Bolivia, donde también tienen presencia. No menos importante es la calidad de la industria química argentina que les permite disponer de precursores y eventualmente cooptar a profesionales del rubro para su “industria”.
Claro que algunas vicisitudes han debido padecer.  En los últimos años se han conocido al menos una docena de  crímenes vinculados al “narco sicariato”, relacionados con el poder y  el territorio .  De todas formas han llegado y  Buenos Aires se ha convertido en lugar de tránsito de sujetos que han pertenecido al antiguo cartel de Medellín (poderosa organización del Pablo Escobar Gaviria),   de miembros de nuevas bandas como la oficina de la “Cordillera”, “Los Urabeños”,  la gente de “El Loco” Barrera y de  “alias” Valenciano, entre otros.  La propia DEA ha dejado trascender que personajes de la oficina de “Envigado” se han reunido en la ciudad de Rosario, donde el narcotráfico local ha explotado exponencialmente.
El diario The New York Times , ha advertido que  Argentina se ha convertido en lugar de residencia temporal para narcotraficantes mexicanos y colombianos que buscan un lugar para ocultarse.  Muchos de estos fugitivos de la ley, han obtenido un refugio confortable donde pasar desapercibidos temporalmente, mientras se mantienen activos en la industria de la droga.
Agregó que son lugares en donde las probabilidades de que se proceda legalmente son muy bajas, porque las autoridades carecen de las herramientas que les permitan capacidad de investigar delitos complejos,  y por lo general no cooperan internacionalmente.
The New York Times citó lo que para nosotros no es novedad: los narcotraficantes colombianos y mexicanos viven con sus familias en algunas de las más exclusivas áreas de Argentina, a las que consideran “más seguras” que sus propios países.
“El cártel de Sinaloa ha infiltrado comunidades pobres en el área tropical limítrofe con Paraguay y Brasil al norte, en donde, en complicidad con autoridades locales, pueden actuar con impunidad”, remarcó el diario.
La presencia de “narcos”  elaborando metanfetaminas, ya no es considerada como “un grupo de mexicanos dispersos” como algún funcionario relevante rotuló en aquel 2008, sino que con el tiempo varias fuentes certificaron aquella cabecera de playa como perteneciente al poderoso   cartel del “Chapo Guzmán”
Según el Informe Anual de las Drogas de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), Argentina es el tercer país más nombrado como lugar de salida de cocaína en las diversas incautaciones realizadas en el exterior. Nuestro país  se ha convertido en una plataforma de tránsito internacional  y  punto de interés para que sigan intentando elaborar estimulantes sintéticos,  triangular drogas, precursores, y/o lavar dinero del narcotráfico.
El Río de la Plata, desde Uruguay hasta la Argentina, ya está en proceso de colonización por parte del crimen transnacional. Es claro que,   o no se hacen esfuerzos para evitarlo  o los que se hacen  han fallado absolutamente.
Norberto López Camelo                                                                                                                                  Crio. Gral. ( R )

martes, 5 de noviembre de 2013

KROKODIL (cocodrilo), “la nueva heroína”

                                     
El alerta vino en 2010 desde Rusia: los informes de salud hablaron de una nueva droga, llamada krokodil (traducido como “cocodrilo”) que se come vivos a los adictos, hasta matarlos. Las autoridades sanitarias y de lucha contra las drogas en Estados Unidos han alertado sobre el uso en su frontera sur con México; en Phoenix, Arizona.
 
Este opiáceo inyectable extremadamente adictivo se llama krokodil (cocodrilo en inglés) o desomorfina. Le debe su nombre  porque los consumidores informan que la piel se torna escamosa, de color negro o verde, como efecto secundario.
"Es una droga zombi; literalmente te mata de adentro hacia afuera", ha dicho un facultativo norteamericano.
Esta droga  causa serios daños en las venas e infecciones en los tejidos blandos, seguidos rápidamente de gangrena y necrosis, según un estudio realiazado en 2013 de  International Journal of Drug Policy.
El daño en el tejido blando ocurre alrededor de las zonas inyectadas. La droga también parece amontonarse en las venas, ya que no logra disolverse completamente en la sangre. Las acumulaciones se abren camino hacia lugares distantes del cuerpo y comienzan a dañar tejido, según expresó el Dr. Robert Geller, director médico del Centro de Intoxicaciones de Georgia, quien por otra parte dijo que no está claro qué tanto se está usando en EEUU.
Muchos casos de abuso de krokodil  se han confirmado en en Rusia y Ucrania. Se estima que 100,000 personas en Rusia y alrededor de 20,000 en Ucrania se inyectaron la droga en 2011, según un estudio que se realizó este año en la International Journal of Drug Policy (Revista internacional de política de drogas). Expertos especulan que la droga se extendió primero por Rusia y Ucrania, cuando ya no había la misma disponibilidad de heroína.
El krokodil  es un derivado  opiáceo ,  más barato que la heroína y puede ser preparar fácilmente en una casa, al igual que la metanfetamina. Es una mezcla del analgésico codeína con productos químicos fácilmente disponibles, como  yodo,  potentes alcalinos como el limpiador de cocina y baño, ácido clorhídrico,  fósforo rojo de cerillas; y/o disolventes orgánicos como gasolina o disolvente de pintura, según el estudio.
Los efectos del consumo de la droga, según informes, duran varios días. Bajo su ingestión  la persona puede mostrar comportamiento irracional y experimentar privación de sueño y agotamiento, pérdida de memoria y problemas del habla. Una vez que el usuario se inyecta suficiente droga, la piel comienza a desprenderse (como un cocodrilo o reptil). Comienza a consumir toda la carne hasta llegar al hueso. Los índices de mortalidad son altos entre los consumidores, según el estudio.
La razón por la que es tan atractiva es porque es muy barata  (Una dosis puede costar poco menos de un dólar o 10 pesos mexicanos)
De acuerdo al informe, esta situación es la punta del iceberg  que va a poner mucho peor la situación,  antes que comience a notarse una mejoría. 

Norberto López Camelo
Fuente International Journal of Drug Policy