El narcotraficante colombiano "se siente seguro"
en Argentina porque "es un lugar neutral, un refugio donde poder
escapar", aseguró el general Luis Alberto Pérez Albarán, ex director de la
Policía Antinarcóticos de Colombia. "Suponen
que no van a tener mayores contratiempos. Buscan un lugar donde pueden estar
tranquilos e incluso desarrollar actividades lícitas", agregó el general
Pérez en una entrevista publicada hace un tiempo por el diario Clarín de Buenos Aires.
Frente a los fuertes golpes de las autoridades colombianas contra el narcotráfico, ellos debieron cambiar
su modus
operandi. Dejaron de funcionar como “carteles”
y se organizaron en estructuras más
pequeñas denominadas “bacrim”, comenzando a expandirse buscando nuevas rutas de envío de droga,
algunas de las cuales incluyeron a
Argentina.
Nuestro país les ha brindado un lugar sin mayores
sobresaltos, con vuelos directos a Bogotá, la posibilidad de sortear
los inconvenientes del control migratorio e invertir en inmuebles
ubicados en lujosos barrios cerrados donde viven. Ellos consideran que la legislación argentina es de una laxitud tal, que les permite moverse física, operativa y
financieramente con menores riesgos.
Cuando estos personajes del crimen organizado viajan a otros países, es porque necesitan lugares de cierto relax
para bajar la presión de la persecución de las autoridades de sus países o de sus enemigos en “el negocio”. También, para
establecer lugares de mayor tranquilidad para invertir los recursos económicos
producto de los negocios ilegales,
establecer nuevas rutas, y contactos locales.
Otro punto de interés es la ubicación geopolítica de Argentina, en
cuanto a la extensión y
permeabilidad de sus fronteras con
países productores como Bolivia, donde también tienen presencia. No menos
importante es la calidad de la industria química argentina que les permite
disponer de precursores y eventualmente cooptar a profesionales del rubro para
su “industria”.
Claro que algunas vicisitudes han debido padecer. En los últimos años se han conocido al menos
una docena de crímenes vinculados al “narco
sicariato”, relacionados con el poder y el territorio . De todas formas han llegado y Buenos Aires se ha convertido en lugar de
tránsito de sujetos que han pertenecido al antiguo cartel de Medellín (poderosa
organización del Pablo Escobar Gaviria),
de miembros de nuevas bandas como
la oficina de la “Cordillera”, “Los Urabeños”, la gente de “El Loco” Barrera y de “alias” Valenciano, entre otros. La propia DEA ha dejado trascender que personajes
de la oficina de “Envigado” se han reunido en la ciudad de Rosario, donde el
narcotráfico local ha explotado exponencialmente.
El diario The New York
Times , ha advertido que Argentina
se ha convertido en lugar de residencia temporal para narcotraficantes
mexicanos y colombianos que buscan un lugar para ocultarse. Muchos de estos fugitivos de la ley, han
obtenido un refugio confortable donde pasar desapercibidos temporalmente,
mientras se mantienen activos en la industria de la droga.
Agregó que son lugares en donde las probabilidades de que se
proceda legalmente son muy bajas, porque las autoridades carecen de las herramientas
que les permitan capacidad de investigar delitos complejos, y por lo general no cooperan
internacionalmente.
The New York Times
citó lo que para nosotros no es novedad: los narcotraficantes colombianos y
mexicanos viven con sus familias en algunas de las más exclusivas áreas de
Argentina, a las que consideran “más seguras” que sus propios países.
“El cártel de Sinaloa ha infiltrado comunidades pobres en el
área tropical limítrofe con Paraguay y Brasil al norte, en donde, en
complicidad con autoridades locales, pueden actuar con impunidad”, remarcó el
diario.
La presencia de “narcos”
elaborando metanfetaminas, ya no es considerada como “un grupo de
mexicanos dispersos” como algún funcionario relevante rotuló en aquel 2008,
sino que con el tiempo varias fuentes certificaron aquella cabecera de playa
como perteneciente al poderoso cartel
del “Chapo Guzmán”
Según el Informe Anual de las Drogas de la Oficina de
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), Argentina es el tercer
país más nombrado como lugar de salida de cocaína en las diversas incautaciones
realizadas en el exterior. Nuestro país se ha convertido en una plataforma de tránsito
internacional y punto de interés para que sigan intentando elaborar
estimulantes sintéticos, triangular drogas,
precursores, y/o lavar dinero del narcotráfico.
El Río de la Plata, desde Uruguay hasta la Argentina, ya
está en proceso de colonización por parte del crimen transnacional. Es claro
que, o no se hacen esfuerzos para evitarlo o los que se hacen han fallado absolutamente.
Norberto López Camelo Crio. Gral. ( R )
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