Decir que el negocio del narcotráfico está en transformación continua y no deja de expandirse, es una obviedad. El viernes 16 de octubre pasado, medios colombianos hicieron público el hallazgo de un cargamento muy innovador.
Ocultos en tambores que supuestamente solo contenían pulpa de
fruta, fueron detectadas placas de un
gel, que a la postre resultó contener 350 kilos cocaína valuados en el mercado
europeo unos 17 millones de dólares.
Los 114 recipientes que
contenían pulpa de guayaba, iban a ser
exportadas a Barcelona (España), en cuyas bases se encontraron placas
transparentes de apariencia similar a un gel, que en realidad sería una nueva
modalidad de envío de cocaína a Europa y Estados Unidos.
El comandante de la Policía Antinarcóticos, general Ricardo
Alberto Restrepo, y agentes antimafia de Estados Unidos admitieron que nunca
habían visto ese tipo de camulaje, en la cocaína incautada en el puerto de
Buenaventura (Valle).
“No conocíamos esta
técnica para convertir la cocaína en goma transparente, casi imposible de
detectar. Vamos a enviar varias muestras a laboratorios federales de Estados
Unidos para analizarlas y alertar a las autoridades portuarias de América y de
Europa”, aseguró un agente federal que participó en el operativo de incautación
liderado por la Policía Antinarcóticos y por oficiales de la Dijín. La cocaína,
350 kilos en total, iba camuflada en 22 toneladas de fruta procesada.
Se destacó la pericia de uno de los uniformados, quien al
extraer la pulpa de fruta observó que en el fondo de los tambores, había un elemento diferente al reportado, con
apariencia de silicona envuelta en plástico transparente con forma circular y
olor característico a estupefaciente. Por tal motivo se realizó una prueba de
orientación preliminar, que confirmó que
se trataba de cocaína.
La nave en la que estuvo a punto de ser embarcada la droga se
llama Cap Isabel y pertenece a una sociedad naviera con sede en el puerto de
Hamburgo (Alemania). Ya tenían destinado un contenedor con
capacidad de 40 pies cúbicos que fue requisado un par de horas antes de que
zarpara el barco.
“Uno de los escáneres de rayos X dejó al descubierto la
sustancia extraña”, explicó la Policía Antinarcóticos. Agregó que, según el
decreto 2155 del 2014, todos los puertos ese país, deberán implementar esta
inspección no intrusiva para detectar este tipo de cargamentos.
Desde la Policía Antinarcóticos de Colombia se resaltó el
hallazgo afecta ostensiblemente el sistema criminal del narcotráfico en el
transporte de sustancias estupefacientes hacia el exterior desde los
departamentos de Cauca y Valle.
Como vemos, el narcotráfico está enfocado en el cambio
constante de sus modus operandi, concentrados en el análisis de diferentes
rutas y modalidades para hacer llegar la droga al continente europeo y Estados Unidos, con los
menores riesgos posibles.
La mutación y sofisticación permanente de este delito, impone estar a la vanguiardia de nuevas tecnologías de detección. Se hace
necesaria la adopción de estrategias cada vez más innovadoras y políticas
públicas concretas, donde se contemple una colaboración cada vez más estrecha
entre las fuerzas policiales de los paises de la región y una visión internacional más
integrada, que no quede solo en declamaciones discursivas.
El narcotráfico es un delito global cuyo abordaje también
tiene que ser global, para no seguir mirando desde abajo su accionar y su
dolorosa expansión.
Norberto López Camelo (Crio.Gral. R)
Fuente: Diarios EXTRA, EL TIEMPO, Co
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