domingo, 14 de octubre de 2012

Triple crimen de Salta: La frontera al rojo vivo


La Quebrada de Campo Largo, una historia de narcos, asesinatos y traiciones.

Ayer Acambuco quedó conmocionada. En la Quebrada de Campo largo, la emboscada fue bien planificada y ejecutada con rapidez y certeza. Los 3 muertos tenían entre 8 y 12 disparos, y un sello narco: el remate con un tiro en la frente. Las armas, calibre 9 y 7.62 mm ciertamente de uso militarizado en nuestro país, pero comunes en Bolivia, hacia donde huyeron los sicarios. Está claro que debió tratarse de una venganza, o un “ajuste de cuentas”. La violencia y las formas  implican características mafiosas. En este negocio cualquier traición se paga con sangre y el mensaje es indubitable: con ellos no se “jode”.  Estos condimentos  van indicando incipientes características de cartelización o al menos de bandas criminales que operan con sicariato, asesinatos crueles y “mejicaneadas”, en la disputa por el control del camino de la droga  del que Salta es testigo y víctima.

Una fuente policial de Bolivia negó que cárteles de narcotraficantes ya estén operando en ese país, pero no descartó que ello pueda ocurrir si no se toman medidas urgentes. Sin embargo, más de 50 ejecuciones sin resolver por la Policía desde hace dos años atrás parecen abonar esos temores.

En épocas en que Colombia tiende a disminuir la producción de cocaína, medios de prensa citan al presidente boliviano reconociendo un aumento del 20% en la producción de su país. Es así que analistas internacionales ven una creciente anomia que se acerca a un “Estado fallido”, que genera duras reacciones en países vecinos como Brasil que en noviembre  de 2011  desplegó 6500 efectivos de sus fuerzas armadas, en su frontera con Bolivia, debido a violentos crímenes vinculados al canje de vehículos robados de alta gama por cocaína, que en este país se legalizan.


El ministro de Seguridad salteño Eduardo Sylvester  expresó que el triple homicidio de Acambuco constituye un hecho de suma gravedad y no puede ser obviado. Añadió que el repliegue de Gendarmería hacia Aguaray dejó un vacío de seguridad y que  la radarización aún es una materia pendiente.
 
Si observáramos la opinión de los ciudadanos salteños en el periódico El Tribuno de Salta, el 67%  diría que esto sucede por la falta de decisión política para frenar el delito, porque hay otros antecedentes de matanzas de este tipo en la zona. Sin ir más lejos, en julio de este mismo año, se conoció la aparición de un carnicero y su ayudante, ejecutados de un tiro en la cabeza cada uno, esposados y boca abajo,  a la vera del río Arenales a solo tan solo 3 kilómetros de la frontera.

El hecho de haber desafectado a Gendarmería de Salvador Maza fue un mero error estratégico?...O es un síntoma más que la anomia atribuida al país vecino, está contagiando al nuestro?

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